De todos los periféricos existentes que permiten la comunicación humano-maquina, el que me parece más fascinante es la Tableta Digitalizadora.
Esté dispositivo me llama la atención por encima de otros como el ratón o el teclado por su grado de humanidad. En nuestra historia, se lleva utilizando herramientas con forma de punteros desde hace siglos, con la expresión escrita y el registro artístico como principal uso. De esta forma, tenemos pues el empleo del lápiz más registrado en el inconsciente que, por ejemplo, el amigo ratón. Hoy, la tableta digitalizadora, cumple esta función interactuando directamente con la computadora, representando nuestras acciones en un lienzo virtual (Painter, Photoshop o la propia pantalla) por medio de su stilus o lápiz adjunto que moverá el cursor o puntero de la interfaz.
El dispositivo se compone de una superficie lisa, tamaño estandar A4 (aunque hay varios) sobre la que deslizamos un lápiz que recoge nuestro movimiento trasladandolo a la computadora. Algunos modelos de tableta incluyen un ratón especial para mover por dicha superficie, amplificando la precisión de éste al tener un cuadro delimitador. Según el modelo, el precio y la marca, el lápiz podrá recoger en mayor o menor medida la presión ejercida, así como la inclinación del mismo. Volteándolo, la función que cumplirá será la inversa. Si con la punta escribimos sobre el lienzo, con la parte posterior borraremos. Fácil, ¿no?
¿Veis ese aparatito que recoge nuestra firma al realizar una operación bancaria? Sí, Es una tableta, y cada vez es más común verlas. Tranquilos los que titubeáis al manejarla, acordaros de la primera vez que agarrasteis un ratón.
Otras de las aplicaciones que tiene este elemento es el dibujo digital, además de el Diseño gráfico, realización de cómics digitales... Se facilita nuestro trabajo, evitando el uso de un engorroso scanner, que, aparte del desembolso que conlleva nos hace extremar la limpieza en nuestros proyectos y vigilar nuestro juego de lápices. También es muy útil en programas avanzados de edición de video, donde el desplazamiento por varias pantallas de timeline se hará más rápido con la herramienta. Sobre todo si esta es multi-touch y nos permite ampliaciones a golpe de pellizco.
(abajo, logotipo de Wacom dibujado mediante tableta)
A la hora de hacernos con una, si queremos no tener que cambiar al poco tiempo y un poco de profesionalidad en el manejo solo habrá una palabra a tener en cuenta: Wacom, wacom y wacom.
Esta marca de tabletas es la mejor por una sencilla razón. Y es que en sus comienzos registró su tecnología de tableta Pasiva (el lápiz no lleva batería) impidiendo que sus competidores y réplicas la usaran, teniendo que decantarse estos por la tecnología Activa.
Ahora sólo nos queda probar con ellas y agilizar nuestro trabajo.
Y... porfavor, no se les ocurra utilizar el afilapuntas.
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